La Conquista de Balmain.

OLIVIER ROUSTING IMPERIALIZA LA PARIS FASHION WEEK CON SU COLECCIÓN HISTÓRICA.

Las notas filarmónicas de la orquesta dan fondo al desfile de la temporada. Balmain Homme. El destello de Jon Kortajarena con su armadura reluciente, bajo una casaca de hilos de oro, abre la pasarela de Olivier Rousteing, seguido del paso firme de Sean O'Pry convertido, por un día, en general de las fuerzas armadas del ejército de Balmain. Con sus galones y condecoraciones militares que engalanan su frac de comandante, nos deja ver el porte de un general postmoderno. Finalmente, Marlon Teixeira cierra esta triada de presentación aportando el toque bohemian chic con su total look de corsario desenfadado engalanado de jubones bordados. Señores, estamos en el campo de Batalla de Balmain bajo el ejército de Olivier Rousteing comandado por los capitanes más in del mundo de la moda masculina: Jon Kortajarena, Sean O´Pry, Marlon Teixeira, Lucky Blue Smith, Francisco Lachowski o Jordan Kale Barrett.

Presentamos, con Balmain, un imperio, una armada y un tablero internacional sobre el que mover las fichas. Del mismo modo que Carlos V se convirtió en Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico imponiendo sus reglas en la Corte Borgoñona de Gante y en las refinadas Cortes de Castilla y Aragón, el director creativo de Balmain ha alcanzado conquistar todas las pasarelas internacionales con su colección masculina Fall/Winter 2016/7.

El leitmotiv de la maison francesa ha sido transformar la pasarela de la Paris Fashion Week en un escenario cortesano y militar, potenciando al máximo nivel las actitudes caballerescas que un día marcaron en el campo de batalla generales como los duques de Alba en Castilla, Andrea Doria en el Milanesado, Hernán Cortés en las Américas o Spínola en las conquistas de Flandes mientras colonizaban medio mundo a favor de los Austrias y su opulencia cortesana.

Ambas escenografías, la histórica y la pasarela, se basan en el lujo histórico y en la recapitulación, y reinterpretación, del traje renacentista con inspiraciones militares.

CONQUISTA E IMPERIALISMO

A pesar de su exquisitez en la elaboración, lo que más valoramos en la colección presentada en la Paris Fashion Week, es esta esencia histórica. La evocación a los exploradores legendarios que en su día conquistaron las Américas o a los apuestos generales que se debatían, a puño y espada, los reinos europeos de mayor esplendor o a los bohemios refinamientos de los artistas del Renacimiento Italiano, que igual diseñaban armas, que retrataban a una Mona Lisa que se enfundaban en la batalla. Este es el alma del Imperialismo, una conquista de fronteras más allá de cualquier nación, país o continente para los que Olivier Rousteing y su equipo de Balmain no han necesitado librar ninguna confrontación bélica.

Este halo imperial que impregna la colección de la maison francesa tiene pinceladas de aquí de allá: Tartanes escoceses, jacquards franceses, lanas japonesas, fracs clásicos, bordados y brocados, pieles y acolchados. Los talleres de Balmain despiertan de los libros de historia las cazadoras de piel de los artistas italianos, los bombachos de aventureros conquistadores, las botas altas, los guantes de piel, las condecoraciones y emblemas armamentísticos de soldados y generales británicos, fajines napoleónicos del Imperio de Bonaparte, casacas otomanas de ropajes sultanescos, pieles siberianas y bordados calcáreos del esplendor del Zar Ruso. Toda una miscelánea perfecta que además de mostrar capacidad creativa y la riqueza de materiales evidencian una disposición a la hora de abrazar la diversidad de ideas, culturas y estilos que han continuado perpetuándose durante generaciones y siglos, perviviendo hasta nuestros días.

Balmain, al igual que monarcas como Carlos V que perseguía una cristiandad y monarquía universal, ha conseguido una moda universal y multicultural, por encima razas, colores, nacionalidades y naciones, de inclinaciones o gustos, creando un nuevo prototipo de hombre del siglo XXI. Un nuevo estilo moderno y urbano, clásico y futurista, histórico y reinterpretado, atrevido y, a la vez, ya está todo inventado. Simplemente buscó en el cajón de los recuerdos y encontró que siglos atrás existía un hombre sin tapujos, luchador, guerrero, capitán, conquistador y fuerte. Y Olivier lo resucitó, a través de su colección, de sus modelos y de sus prendas. Creó un ejército, una nueva armada capitaneada por él mismo, liderado por la diversificación y valiente ante la aceptación de influencias, tendencias y creencias. Y abrió un nuevo mundo, aunque éste ya fuese abierto muchos hace mucho, mucho tiempo.

Felino Plaza

Trendy Room Editor.