EL FENÓMENO LOUBOUTIN

LA SUELA ROJA SE APODERA DEL MERCADO MASCULINO

Desde la corona de laurel de Julio César a la doble ce entrelazada de Chanel la historia ha estado impregnada de emblemas. Estos símbolos figurativos, han sido los culpables de envolver los mayores secretos y las más perennes leyendas que nos han configurado como lo que hemos llegado a ser y en lo que deseamos convertirnos.

Muchos han sido los emblemas tales como la cruz templaria, las tablas de Moisés, la serpiente de Cleopatra, el Bucéfalo de Alejandro o las iniciales de Marie Antoinette que desataron la ira francesa en 1789. Estos iconos históricos quedan perpetuados en nuestra ideología social de tal forma que, a pesar de la lejanía cronológica, los sentimos más nuestros que incluso nuestros propios bienes, son partes de nosotros mismos.

Y aunque veamos este fenómeno muy lejano y ajeno a los intereses más actuales no hemos mermado de estar inmersos en él. Las insignias de nuestros antepasados se han reencarnado símbolos como los cuadros de Thomas Burberry, los acolchados de Moncler, los galopantes caballos de Ferrari, los colores de los Lakers, el monograma de Louis Vuitton y sobretodo del icono de iconos, la suela roja de Christian Louboutin.

El bottier francés ha caracterizado cada uno de sus zapatos con el mayor de los mimos, la más exquisita de las calidades pero sobretodo de la más intensa personalidad, su distintiva e inigualable suela roja.

Desde 1991, con la fundación de su maison, la palabra Louboutin ha sido sinónimo de estilo, éxito, distinción y poder. Los comercios más elite y las pasarelas más exclusivas del mundo como París, Milán, London, Los Ángeles, New York, Singapur o Montecarlo se han disputado la presencia de sus creaciones.

La inquietud de Christian en el mundo del diseño de calzado comenzó con un cartel del Museo de las Artes Oceánicas de París donde un par de zapatos de tacón eran los protagonistas y, desde ese momento, ha convertido sus zapatos en la referencia mundial del calzado femenino, sin olvidarnos del maestro Manolo Blahnik.

Aunque tras más de dos décadas conquistando el corazón de las féminas, junto a sus socios Henry Seydoux y Bruno Chambelland, ha llegado el momento de marcar un nuevo hito, abrir un nuevo mercado y dirigir sus creaciones al nuevo publico potencial: el hombre del siglo XXI. El sector masculino no solo ha crecido vertiginosamente sino que se ha posicionado sólida y exigentemente en sectores como la moda, la cosmética, la zapatería, inexplorados por los grandes de la Haute Couture hasta el momento. Ya no somos un segundo plato ni una opción b, los hombres contemporáneos tenemos las mismas exigencias que las mujeres más trendies.

Carolina de Mónaco, Anna Wintour, Carla Bruni, Dita Von Teese, Uma Thurman o Mariah Carey fueron fieles seguidoras y admiradoras de Louboutin desde prácticamente sus inicios, aunque ahora los nombres que más reflejan a Christian Louboutin son Lenny Kravitz, Mika, Adam Lambert, kanye West, y es que su colección masculina está dando mucho que hablar.

A pesar de que su marca Christian Louboutin esté en boca de todos, el diseñador francés ha diseñado al servicio de Jean Paul Gaultier, Azzaro, Diane Von Fürstenberg, Givenchy, Lanvin, Roland Mouret, Alexandre Vauthier, Chloé e Yves Saint Laurent.

Christian Louboutin ofrece una amplia colección de zapatos, desde sneakers hasta bailarinas. A pesar de esta variedad, los más destacados en The Trendy Room son Los básicos Topdaviol y Dandelion, los clásicos Greggoorlato y la tendencia más estridente y autentica de los Spooky, Neworleans, Etonmoi, Captainloubi y Dugueclin. Y haremos una especial mención a los perfectos Smoker. Simplemente Fantásticos.